jueves, 7 de abril de 2011

...Sin compromiso

La Casa Real inglesa anuncia el enlace del Príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton.
Noticia la cual, cuando leo el periódico, mientras a miles de curiosos les llama la atención, a mi sinceramente me da exactamente igual.
Será un enlace de seguimiento a nivel mundial, el pueblo ingles desembolsará varios miles y miles de libras para dicha ceremonia, de los cuales no les tocará ni un trocito de tarta.
Como romántica que me declaro, debería estar de acuerdo con la idea de que de la noche a la mañana cualquiera puede llevar un anillo de Lady Di y convertirse en reina algún día.
Lo siento pero no, no  estoy de acuerdo, me niego, un príncipe para mí significa sacrificio junto con los mayores privilegios. Necesita hacerse cargo de una nación y estar al frente de cualquier complicación que le sobrevenga.
Su educación es exquisita, su grado de protocolo no es comparable a un cursillo acelerado para convertirse en princesa. Por ello deben de contraer matrimonio con sus semejantes de otros países, que desde el minuto en que nacen, son educados por y para lo que conlleva tener la sangre azul.
Algunos pueden pensar que mi envidia se hace real en esta entrada, pero no sean tontos, yo ya soy la princesa de quien tengo que serlo y por nada del mundo quiero llevar corona.
En fin,mis más sinceras felicitaciones y que dure para siempre, que bastantes escándalos dio ya su predecesor.

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