martes, 19 de abril de 2011

...De campo.

Me encantaría escribir sobre las ardillas, pero me acabo de dar cuenta que no se absolutamente nada sobre ellas.
El otro día iba andando por la calle una se paro delante mía, por un momento me asuste y pensé que era una rata, lo cierto que la calle, calle no era por donde paseaba, era un trozo de bosque de camino a la playa.
Apareció en las faldas de un árbol y pensé que era una rata, a decir verdad ambas son roedores, pero unas se llevaron el aspecto adorable, y otras el repulsivo.
¡Qué mala suerte ser una rata! En mi mundo y en el del resto son primas de las ardillas, pero uno nunca jamás se pararía a dar de comer a una adorable rata, porque no lo son, invocan pánico  y asco. En cambio esos seres que habitan en los bosques, parece que te den la bienvenida, te entran ganas de tocarlas y ponerlas en una estantería de la entrada para que sonrían al llegar los invitados.
Tonterías a parte, me gusta pasear y ver ardillas, la nieve las quito del paisaje y ahora en primavera el sol es quien las deja volver a la vida común y hacernos el paseo más entretenido.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ardilla

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