domingo, 10 de abril de 2011

...Con "honey".

Siguiendo historias de vidas y en particular la mía, dicen que, “cuando una puerta se cierra, ciento abre el viento”
Y es tan cierto como las palabras que escribo.
En una de esas puertas de la noche a la mañana apareciste tú, que más que mi clavo ardiendo fuiste mi colchón salvavidas, parecía que iba a hundirme pero aparte de saber que siempre he sido mucha muchacha, modestia aparte, me sacaste a flote.
No sé si recuerdas aquel, hola soy María, tú la amiga de Paz ¿verdad? Y desde aquel momento dos rubias pasaron a ser una. Mañanas, noches y tardes en “Paulo Coelho” esquina “Serrano” compañeras de batalla, a un lado el Pilar de Zaragoza y al otro la perla pucelana. Fíjate que a pesar de no haber tenido la mítica fiesta del agua, nuestros ratos y pasiones se deshacían en torno a una botella y noches de diario, pasadas artificialmente al fin de semana. Más allá de la botella recuerda que cuando nosotras comemos no se habla, se contempla y se disfruta de la buena mesa.
Recuerdo la cama de 3x2, yo en el filo y con medio cuerpo en la mesilla, el día que iba de cuarto en cuarto y al final tuve que dar con mis huesos muertos en el trozo de isla canario, catalán. Aun me da repelús recordar su pared.
Anécdotas y miércoles cualquiera nos sobran rubia, lo cierto es que nunca te lo he dicho, pero fuiste mi rayito de luz y me ayudaste a comerme el mundo de nuevo, sabes que siempre te lo he agradecido y como premio, aunque a ambos os cueste reconocerlo, yo sé que te lleve hasta él.
Marido, vecino y sobre todo tu gran amor.
http://www.youtube.com/watch?v=7nnqXA9rmqI

No hay comentarios:

Publicar un comentario