viernes, 11 de marzo de 2011

...Sin pecado concebido.

De los siete pecados capitales, menos los mas malos, avaricia, envidia e ira, los demás  los sigo a rajatabla, hay uno en concreto que odio, pero que lo dominio a la perfección.
Mi querida amiga la pereza, maldigo el día en que entraste en mi vida y dejaste que tu pasividad se apoderada de mis pocas ganas de nada. Debo puntualizar, a veces influyes en mí por esos días de las mujeres…que ya os podían tocar de vez en cuando a vosotros. Es horroroso ese sentimiento que te nace de no sabes donde, pero que ocupa tu mente y tu cuerpo, ya puedes tener el mejor plan del mundo, que en tu fuero interno es como si lloviera, como si tus ganas solo quieran acurrucarse y esperar el final del dia.
Debería de existir un momento del día, o mejor dicho un día de la semana para ponerle tu nombre junto a un sofá confortable, muchas películas que ver o libros que leer.
Otro que tampoco no se me da nada mal, es el de la gula, esa incapacidad descontrolada de comerme una onza de chocolate, por dios si llevo 7 ya!, estoy a punto del desbordamiento, pero mi gula disfrazada de ansiedad me dice, que otra más me cabe, y ahí voy yo del sofá a la nevera con billete de ida y vuelta, para mi próximo ataque.
http://es.wikipedia.org/wiki/Pecados_capitales

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