viernes, 18 de marzo de 2011

... En Japón.

Cerca de la salida del alba y mientras Europa dormía, algo pasaba en el continente asiático.
Es que la tierra tiembla y en forma de tsunami llora. Alrededor de tres mil personas han fallecido y otras tantas están desaparecidas. El pueblo japonés no se caracteriza mucho por su capacidad de transmitir, pero aun así en sus rostros se ve la impotencia, la desolación, el llanto que desgarra y ya seas japonés o ruso, la empatía se hace tuya y la tristeza abarca nuestros corazones.
Resulta que Japón constituye una de las potencias mundiales mayor preparada para este tipo de catástrofes, pero ni aun contando con su alta tecnología y siguiendo los protocolos indicados para el mencionado asunto, nada se puede hacer cuando la madre naturaleza se queja.
Me pongo en su lugar y no dejo de pensar en que haría yo si viera las 4 torres de la castellana templar como flanes… si me pillara a kilómetros y kilómetros de casa. ¿Qué haría? Pues bien, mi único plan seria aferrarme a mis pies de pánico en busca de los míos.
No dejo de pensar en un hombre de unos sesenta años, de ruina en ruina mal vestido, su único equipaje es su bicicleta y una foto de su mujer, desesperado la busca, pues a pesar de que llora para dentro, en su rostro se puede ver que ella es toda su vida. No he sido entrenada para dejar a un lado mis emociones y en mi rostro si caen lagrimas y mi corazón solo espera que la encuentres.
Siguiendo con lo escrito, me hago eco de la frase “la madre naturaleza es sabia”, por lo visto nos la estamos cargando y se manifiesta y ¡de qué manera! enfurecida. Con consternación vemos barcos en las carreteras y camionetas en los tejados, en el mundo al revés, pero para revés este que se han llevados nuestros amigos de ojos rasgados. No tengo palabras, solo encogimiento del órgano vital y sentimiento solidario, desde aquí mi fuerza y solidaridad, va para ti, Japón.
http://www.youtube.com/watch?v=nK4OIWh5SiM

No hay comentarios:

Publicar un comentario