sábado, 26 de marzo de 2011

...De camping

Dos veranos atrás, tras la invitación de una amiga y a lo loco decidimos irnos de camping.
Lugar, Estella, Navarra fiestas patronales lo que equivale a  una especie de San Fermines en reducido.
14:23 domingo dos de agosto, estación Méndez Álvaro, venia de no sé dónde y me iba a donde es. Sol de justicia, ya veo el coche de Tony, nos montamos, hay que hacer una breve parada en mi casa, pues traigo la maleta utilizada. Estupendo en hora punta se pasa el desvió, en fin tenemos que enfilar directamente a nuestro destino.
Tras cuatro horas y algo allí aparecimos, camping situado a la salida del pueblo no, aun más lejos. La falta de previsión al reservarlo nos hace estar en una explanada, que la única vegetación que se ve a nuestro alrededor son las lechugas de la ensalada del vecino.
Tiendas montadas por el buen saber hacer de el resto de la pandilla, 10 de la noche, camiseta blanca, fajín rojo y chaqueta a juego, la fiesta popular nos llama.
Vino de la tierra o para los desterrados, música de verbena y muchas ganas de pasarlo bien. Plaza del pueblo, 12 de la noche, es de los momentos más especiales para los del pueblo y como yo soy paleta y aunque no de este pueblo, me concentro como ellos y estoy dispuesta a dar lo mejor de mí, sin saber de este baile regional. Es una jota, brazos arriba, y pierna, te giras para un lado, para el otro, vuelta para arriba, para abajo, así durante tres cuartos de hora y miradas asesinas de los lugareño, lo siento, no sabía que era tan importante para ustedes, la próxima vez pongan un cartel de abstenerse forasteros.
En fin tras una noche estupenda,  el amanecer da con nosotros, llegamos a casa…a esa tienda de campaña de 1x2, en que tenemos que entrar 3. Qué horror, 8 de la mañana toco a mi amiga y su piel arde y mi cuerpo mientras tirita… paseo a la cafetería, hasta 1, 2 y 3 cola.caos ardiendo, mi cuerpo por fin entra en calor, 11 de la mañana, sol infernal calienta toda la tienda, aquellos parece un spa, con tanto contraste. Se hace imposible conciliar el sueño, bien me dirijo a la piscina, por goteo van llegando el resto de mis amigos. 15 horas de la tarde, el alma se me cae de sueño, de vuelta a la tienda. Las hojas de los arboles se agitan, y se empieza a levantar el polvo del suelo. Inexplicable pero un vendaval se apodera de camping, nuestra tienda parecía la de uno de los tres cerditos, la del vecino voló, la del no vecino hacia malabares para prevenir dicho desastre.
Sin duda alguna fue uno de los viajes más divertidos y curiosos que yo he hecho en mi vida, pero al año que viene, queridos amigos, busquemos la pensión Paqui.

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