En Papa Noel nunca creí y resulta que los Reyes Magos son los padres, pero bueno como el del anuncio del turrón vuelvo a casa por navidad.
No dejo de pensar cómo será mi vuelta, tal vez mi madre me habrá tirado aquella camiseta vieja que yo adoraba, como será ver el sol a diario, volver a vestirme sin parecer una cebolla, volver a mi vida de siempre, a mis amigos, mi familia, a mi Madrid.
Lo único que sé es que echaré de menos este frio y oscuro lugar, gracias a todas las personas que he conocido la oscuridad y el frio quedan en el plano más profundo de la fotografía, en ese lugar que ni te fijas porque no importa.
Muchos de ellos no volverán, el crisol multicultural al que pertenecía se deshace y ahora queda un puzle, pero todos sabemos cuál es la finalidad de un puzle, que es volver a juntar sus piezas, para tener la fotografía completa. Así será y si no es en la realidad por lo menos quedaran en mis recuerdos, o mejor lo guardo en un sitio que nunca se perderá, mi corazón.
Pero bueno nada de ponerse triste, porque la vida sigue y esos vacios cuartos se llenaran de nuevos, cada uno con su plato típico de su país y su extraño acento. Así que con la sonrisa de medio lado, a los viejos amigos le digo que nos vemos pronto y a los nuevos… ya os lo diré cuando les conozca.
http://www.youtube.com/watch?v=sTSzsg6sjwU
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